La fama


Placa conmemorativa en el Hôtel des 3
Collèges en Paris en donde Garcia Marquez
vivió en 1956

La notoriedad mundial de García Márquez comienza cuando se publica Cien años de soledad en junio de 1967, y en una semana vendió 8000 copias. De allí en adelante, el éxito fue asegurado, y la novela vendió una nueva edición cada semana, pasando a vender medio millón de copias en tres años. Fue traducido a más de veinticuatro idiomas, y ganó cuatro premios internacionales. El éxito había llegado por fin y el escritor tenía 40 años cuando el mundo aprendió su nombre. Por la correspondencia de admiradores, los premios, entrevistas, las comparecencias. Era obvio que su vida había cambiado. En 1969 la novela ganó el Chianchiano Aprecia en Italia y fue denominado el «Mejor Libro Extranjero» en Francia. En 1970, fue publicado en inglés y fue escogido como uno de los mejores doce libros del año en Estados Unidos. Dos años después le fue concedido el Premio Rómulo Gallegos y el Premio Neustadt, y en 1971, Mario Vargas Llosa publicó un libro acerca de su vida y obra. Para contradecir toda esta exhibición, García Márquez regresó simplemente a la escritura. Decidido a escribir acerca de un dictador, se trasladó con su familia a Barcelona, España, que pasaba sus últimos años bajo el régimen de Francisco Franco.
La popularidad de su escritura también condujo a la amistad con poderosos líderes, incluyendo el ex presidente cubano Fidel Castro, amistad que ha sido analizada en Gabo y Fidel: retrato de una amistad.6 En una entrevista con Claudia Dreifus en 1982 dice que su relación con Castro se basa fundamentalmente en la literatura: «La nuestra es una amistad intelectual. Puede que no sea ampliamente conocido que Fidel es un hombre culto. Cuando estamos juntos, hablamos mucho sobre la literatura». Algunos han criticado a García Márquez por esta relación; el escritor cubano Reinaldo Arenas, en 1992 en sus memorias Antes que anochezca, señala que García Márquez estaba con Castro, en 1980 en un discurso en el que este último acusó a los refugiados recientemente asesinados en la embajada de Perú de ser «chusma». Arenas recuerda amargamente a compañeros del escritor homenajear por ello con «hipócritas aplausos» a Castro.
También debido a su fama y a sus puntos de vista sobre el imperialismo de Estados Unidos, fue etiquetado como subversivo y por muchos años le fue negado el visado estadounidense por las autoridades de inmigración.10 Sin embargo, después de que Bill Clinton fuera elegido presidente de Estados Unidos, éste finalmente le levantó la prohibición de viajar a su país y afirmó que Cien años de soledad «es su novela favorita».12 En el Este de Los Ángeles (California) hay una calle que lleva su nombre.
En 1981, el año en el que le fue concedida la medalla de honor de la Legión francesa, regresó a Colombia de una visita con Castro, para encontrarse una vez más en problemas. El gobierno conservador lo acusaba de financiar la M-19, un grupo liberal de guerrilleros. Huyendo de Colombia pidió refugio político y fue recibido en México, donde continúa manteniendo una casa.
Desde 1986 hasta 1988, García Márquez vivió y trabajó en Ciudad de México, La Habana y Cartagena de Indias. Después, en 1987 hubo una celebración en Europa y América del vigésimo aniversario de la primera edición de Cien años de soledad. No sólo había escrito libros, también había terminado escribiendo su primera obra de teatro, Diatriba de amor contra un hombre sentado. En 1988 se estrenó la película Un señor muy viejo con unas alas enormes, dirigida por Fernando Birri.
En 1993, fundó y dirigió en Cartagena la Escuela de Nuevo Periodismo, con la colaboración de importantes comunicadores extranjeros.
En 1995, el instituto Caro Cuervo publicó en dos volúmenes el Repertorio crítico sobre Gabriel García Márquez.
En 1996 García Márquez publicó Noticias de un secuestro, donde combinó la orientación testimonial del periodismo y su propio estilo narrativo. Esta historia representa la onda inmensa de violencia y secuestros que Colombia continuaba encarando.
En 1999, el estadounidense Jon Lee Anderson publicó un libro revelador acerca de García Márquez, para lo cual tuvo la oportunidad de convivir por varios meses con el escritor y su mujer en su casa de Bogotá.